UNIVERSIDAD O & M RECINTO MOCA

NOMBRE

ALFRY ALBERTO HIERRO OLIVARES

MATERIA

MANEJO DE CONFLICTO

MAESTRO

LIC: VLADIMIR ESTRADA

MATRICULA

22-MPSS-5-017

Trabajo Final

Título

Conflictos y Diferencias Sociales y Bulling Dentro del Campo Educativo.

Durante mi investigación pude observar que las diferencias de clase social no solo generan conflictos entre los estudiantes, sino que también influyen directamente en la dinámica escolar y en el desempeño académico. Muchos jóvenes manifestaban actitudes clasistas y competitivas, reproducidas desde el hogar a través de estereotipos, prejuicios y una educación emocional insuficiente. Estas conductas se reforzaban, además, por los discursos sociales y los modelos de comparación y validación impuestos por las redes digitales. Frente a esta realidad, el profesorado realizaba esfuerzos constantes para mantener un clima de respeto, pero en ocasiones se veía limitado por la falta de herramientas para intervenir en situaciones más complejas, especialmente aquellas vinculadas a desigualdades socioeconómicas invisibilizadas o normalizadas. El equipo de gestión, por su parte, buscaba sostener la disciplina y promover normas de convivencia, aunque sus acciones resultaban insuficientes cuando las problemáticas tenían raíces familiares y sociales profundas que excedían lo que podía resolverse mediante sanciones o llamados de atención. En este contexto, el Departamento de Orientación implementaba medidas como charlas de convivencia, seguimiento individual, programas de educación emocional y mediación de conflictos. Sin embargo, estas iniciativas requerían mayor continuidad, participación familiar y apoyo institucional para generar un impacto sostenido. Todo esto evidencia que, aunque existen esfuerzos significativos desde las distintas áreas de la escuela, es necesario fortalecer las estrategias de intervención y coordinación para responder de manera efectiva a la conflictividad derivada de las diferencias sociales.

El Estudiantado

El comportamiento de los estudiantes frente a las diferencias de clase social surge de una combinación de factores familiares, sociales y escolares que influyen en su forma de relacionarse. Muchos crecen en hogares donde se normalizan prejuicios, comparaciones económicas y estereotipos, por lo que llegan a la escuela con una visión distorsionada del valor de las personas. A esto se suma la presión social y la influencia de las redes digitales, que promueven ideales de competencia, estatus y apariencia, reforzando sentimientos de superioridad o inseguridad. Cuando la escuela carece de herramientas suficientes de educación emocional o espacios de diálogo, los estudiantes no aprenden a gestionar sus emociones ni a comprender la realidad de los demás, facilitando la aparición de conductas excluyentes y situaciones de bullying. En conjunto, estos factores explican por qué muchos reproducen comportamientos clasistas y poco empatíco dentro del contexto escolar.

El Profesorado

Muchos maestros se sienten emocionalmente sobrecargados ante la problemática de las diferencias de clase social y el bullying asociado a ellas. Aunque muestran un fuerte compromiso con el bienestar estudiantil, a menudo experimentan frustración al notar que sus esfuerzos no son suficientes para contrarrestar actitudes que se originan en el hogar, la sociedad o las redes sociales.Algunos docentes expresan sentirse limitados por la falta de recursos, tiempo o formación especializada para abordar conflictos tan profundos, mientras que otros experimentan impotencia al enfrentar situaciones que rebasan el ámbito escolar. Aun así, la mayoría mantiene una actitud de dedicación y el deseo de mejorar las estrategias de intervención para ofrecer un ambiente más seguro y equitativo.

El Equipo de Gestión

El trabajo del equipo de gestión es fundamental, pero también uno de los más desafiantes dentro de la escuela. Aunque se esfuerzan por mantener la disciplina, promover normas de convivencia y garantizar un ambiente organizado, con frecuencia enfrentan situaciones que superan sus capacidades administrativas. Este equipo debe equilibrar la presión institucional, las demandas del profesorado y las necesidades emocionales del estudiantado, lo que genera una carga considerable. A pesar de ello, su rol es clave para coordinar acciones con el Departamento de Orientación, apoyar a los maestros y establecer políticas más efectivas que aborden las desigualdades sociales que influyen en la conducta escolar.

Departamento de Orientación Psicológica.

El Departamento de Orientación realiza un trabajo valioso para enfrentar esta problemática, aunque sus esfuerzos requieren mayor respaldo institucional para lograr un impacto más profundo. Sus intervenciones charlas de convivencia, acompañamiento individual, educación emocional y mediación de conflictos representan un intento genuino por atender las raíces del bullying y las actitudes clasistas presentes en la escuela. No obstante, debido a que estas conductas provienen en buena medida del entorno familiar y social, el departamento se enfrenta a límites que dificultan una solución definitiva. Aun así, su labor es esencial porque promueve la reflexión, la prevención y el acompañamiento emocional, creando espacios donde los estudiantes pueden expresar sus experiencias y aprender habilidades socio emocionales que contrarresten los prejuicio la discriminación.

Entorno Comunitario y Familias

Las familias y las comunidades desempeñan un papel determinante en el surgimiento y la persistencia de esta problemática, pero también representan una parte esencial de la solución. Los estereotipos y prejuicios que los estudiantes replican en la escuela suelen originarse en conversaciones familiares, en la manera de referirse a otras personas o en la valoración de las diferencias económicas y sociales dentro del hogar.

Asimismo, algunas comunidades refuerzan estas actitudes mediante prácticas de exclusión, competencia desmedida o falta de solidaridad, influyendo directamente en el comportamiento de los niños y adolescentes. Sin embargo, cuando las familias se involucran en la educación emocional, participan en charlas escolares y promueven el respeto, se convierten en aliados fundamentales para reducir el bullying y fomentar una convivencia más sana. Por ello, su participación es indispensable para lograr cambios reales y sostenidos en la cultura escolar.

Conclusión

Las diferencias de clase social dentro del entorno escolar constituyen un factor decisivo en la aparición del bullying y la construcción de actitudes clasistas entre los estudiantes. Este comportamiento no surge de forma aislada, sino que es producto de la interacción entre influencias familiares, presiones sociales, dinámicas comunitarias y la exposición a mensajes de comparación y competencia en las redes sociales. Aunque el profesorado, el equipo de gestión y el Departamento de Orientación desarrollan acciones

importantes supervisión, educación emocional y mediación de conflictos, estas requieren un fortalecimiento continuo y un mayor acompañamiento por parte de las familias y la comunidad. Solo mediante una intervención conjunta y sostenida será posible construir un ambiente escolar más equitativo, inclusivo y respetuoso, donde los estudiantes desarrollen no solo competencias académicas, sino también habilidades socio emocionales que favorezcan una convivencia saludable y empática.