
Universidad O&M Recinto Moca
Estudiante: Alfry Alberto Hierro Olivares
Maestro: Vladimir Estrada
Materia: Manejo de Conflicto
Matricula: 22-mpss-5-017
Informe: Los conflictos en el ámbito escolar desde la perspectiva de la psicología educativa
Introducción
Durante mi formación en psicología educativa he comprendido que los conflictos forman
parte natural de la convivencia humana, especialmente dentro de los entornos escolares.
Las diferencias de pensamiento, valores, costumbres y condiciones sociales influyen
directamente en las relaciones entre los miembros de una comunidad educativa. Sin
embargo, cuando estos conflictos se manejan de forma adecuada, pueden transformarse
en oportunidades para fortalecer la convivencia, fomentar el respeto mutuo y promover
un aprendizaje más significativo entre estudiantes y docentes.
Desarrollo
En el contexto escolar, los conflictos pueden tener diversas causas. Entre las más comunes
se encuentran los desacuerdos entre estudiantes, que suelen originarse por diferencias
personales o por malentendidos durante actividades académicas o sociales. En muchos
casos, estos desacuerdos escalan rápidamente y se convierten en enfrentamientos verbaleso físicos que alteran la dinámica del aula. Ante estas situaciones, la intervención del
profesorado y del equipo de gestión escolar resulta esencial para restablecer el orden y
promover el diálogo entre las partes involucradas.
No obstante, he podido observar que el problema de fondo no radica únicamente en la
pelea en sí, sino en la falta de habilidades de comunicación y de control emocional.
Muchos estudiantes carecen de estrategias para expresar sus emociones de forma
adecuada o para resolver desacuerdos de manera pacífica. Esto suele estar relacionado
con carencias en el entorno familiar, como la falta de diálogo, la escasa educación
emocional o la ausencia de valores fundamentales.
Asimismo, los conflictos no solo se presentan entre estudiantes, sino también entre
alumnos y docentes. Estos pueden surgir por la falta de respeto, la desmotivación, la
incomprensión o la poca empatía de ambas partes. La relación entre profesor y estudiante
requiere equilibrio, comunicación y comprensión mutua para evitar que las tensiones se
conviertan en obstáculos para el aprendizaje.
Otro tipo de conflicto frecuente se da entre padres y docentes, generalmente por
desacuerdos en los métodos de enseñanza, las estrategias disciplinarias o la forma de
corregir conductas. Estas situaciones reflejan la necesidad de fortalecer la comunicación
entre la escuela y la familia, ya que ambos son pilares fundamentales en la formación del
estudiante.
En la investigación realizada en el Centro Educativo Ramón Andrés Ferreira Santana, se
identificó que el nivel de conflictividad en la institución es de bajo a medio. Sin embargo,
se detectaron factores que influyen en la aparición de conflictos, como la falta de valores
familiares, la poca comunicación sobre los problemas emocionales y las diferencias
personales o sociales. Estos hallazgos coinciden con mis propias observaciones, ya que
muchos de los conflictos escolares surgen de la forma en que cada persona maneja sus
emociones o de la ausencia de un diálogo constante en el hogar.
El análisis de los conflictos escolares demuestra que estos son inevitables, pero también
representan una oportunidad de crecimiento si se abordan desde una perspectiva
educativa y emocional. Fomentar la comunicación asertiva, la empatía y la educación
emocional dentro y fuera del aula es fundamental para construir una convivencia más
sana. La escuela, junto con la familia, debe trabajar de manera conjunta para formar
estudiantes capaces de manejar sus emociones, respetar las diferencias y contribuir a un
ambiente educativo positivo y armonioso.Mi visión como futuro psicólogo educativo
Como futuro psicólogo educativo, anhelo convertirme en una persona accesible, empática
y comprometida, capaz de escuchar con atención y acompañar con sensibilidad. Mi meta
es apoyar a niños y adolescentes para que identifiquen y expresen lo que sienten,
aprendan a comunicarse de manera positiva y puedan resolver sus conflictos sin recurrir
a la violencia.
No deseo ser un profesional que solo aparece cuando surge un problema, sino alguien que
esté presente desde el principio, construyendo confianza y ofreciendo orientación
constante. Quiero comprender, guiar y servir desde la empatía y el respeto.
Reconozco que para lograrlo debo fortalecer mis habilidades personales, como la
paciencia, la inteligencia emocional y la comunicación asertiva. Entiendo también que la
psicología educativa requiere formación continua, ética profesional y sensibilidad
humana, por lo que me comprometo a seguir aprendiendo cada día.
Asimismo, me gustaría colaborar con los docentes y el equipo directivo, brindando
orientación y estrategias que impulsen un desarrollo integral en la comunidad escolar.
Estoy convencido de que el trabajo en conjunto entre psicólogos, maestros y gestores
puede transformar las escuelas en espacios de aprendizaje emocional y académico más
saludables.
En mi vida cotidiana procuro practicar la empatía y la comprensión, porque creo
firmemente que todas las personas enfrentan sus propias batallas y que nadie debería ser
juzgado por lo que está viviendo.
Siento que Dios me guía en este camino, y que estudiar psicología no fue una casualidad,
sino parte de un propósito más profundo. Deseo aportar mi granito de arena para que las
escuelas sean lugares donde se aprenda no solo con la mente, sino también con el corazón.Para mí, cada conflicto representa una oportunidad para crecer, mejorar y aprender a
convivir.
Esa es la psicología que aspiro a ejercer: una psicología que escucha comprende y actúa
desde el amor, la empatía y la vocación de servir.
¨Los conflictos son parte de la vida y pueden ser oportunidades para el crecimiento personal y la
reflexión ¨
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